miércoles, 27 de julio de 2016

Un caballo llamado elefante (Edición 19° GIFF)

No veía una película infantil mexicana desde..."Serafin".  Aunque se rían. Digo, vi "Besos de Azúcar" pero aunque en esa los protagonistas sean unos niños, su temática no es tan infantil.

Pero en fin.


Como parte de su programación, el Festival Internacional de Cine en Guanajuato presenta varios talleres y largometrajes dedicado a los pequeñines, como un taller interactivo donde pueden ver jugar con artefactos ópticos, un taller de animación donde pueden darle vida a sus dibujos para presentarlo al público y la exhibición de largometrajes infantiles. El primer día tuve la fortuna de ver, al menos "por encimita" lo que es el festival y me aventure a ver en el Teatro Peralta en San Miguel de Allende, Guanajuato, la película "Un caballo llamado elefante".

Trata sobre las aventuras de Roberto y Lalo quienes por azares del destino llegan al campamento de un circo en donde pierden un reloj valioso que le pertenecía a su abuelo. ¿Cómo lo pierden? pues resulta que se lo había tragado un caballo. Ahora se dedicaran a esperar a que el caballo "haga" el reloj para poder recuperarlo y mientras tanto, se infiltraran en el circo trabajando como asistentes. Allí conocerán a Manuela una niña de su edad hija de Infausto, un hombre malo y peligroso (es el tipo que lanza los cuchillos) con a cual forman una amistad y esta les enseña como funciona la familia del circo. A la par, que Roberto, el más pequeño, imaginando que es un Jinete enmascarado valiente, descubre un terrible plan que consistía en robar la corona de Nefertiti (una de las actrices que hacían un número de ilusión). Entonces el objetivo de los niños será...esperar a que Elefante entregue el reloj y proteger la corona de Nefertiti.

La película es una co-producción Chile- México-Colombia, por eso los niños hablan con diferentes acentos. Las actuaciones son exageradas, como si estuvieran actuando en una obra de teatro. Pero bueno, es entendible si se trata de una película infantil, pero, considero, que hay mejores historias y maneras de hacer entretenimiento para niños sin exagerar diálogos, actuaciones ni payasear demasiado.

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