THE RUNNING DEAD
El pequeño de mi familia favorita de cineastas, Jonás Cuarón, regresa a la pantalla grande, tras su éxito oscareable "Gravity" (él fue el guionista) pero ahora como director en su segundo largometraje "Desierto". Jonás nos trae una premisa bastante atractiva que...termina comiéndose a los personajes y a... pues a todo.
La historia va de un grupo de indocumentados que buscan cruzar al otro lado (a chingar a su madre Trump). Van todos nerviosillos en una camioneta cuando empieza la primera pedrada (Robert Mckee estaría orgulloso), se descompone la troca y todos tienen que jalar caminando hacía los Unites... Y ahí empieza lo perverso, pues van por una ruta donde un gringo los espera para poder cazarlos como animales. Uno a uno van cayendo. Uno a uno Jonás lanza pedradas a su protagonista para que podamos sentir la tensión del momento y la película toma un curso extraño, pues se convierte en una gran exposición de acción y drama sin dejarnos respirar y conocer a los personajes.
LA PREMISA SE COMIÓ LA PELÍCULA
La premisa es atractiva. Sientes que será una odisea tensa, terrorífica y también piensas en cómo el director le hará para mantenernos atentos en un ambiente monótono, como hará para llevarnos al desierto y sentir el miedo de estar allí con alguien disparandote desde lejos, mientras ves morir uno a uno a tus acompañantes o mientras un perro te persigue con mucha agresividad.
Pues... no lo logra hacer del todo.
Si bien la película esta plagada de acción y escenas tensas, todo esto empieza después de 15 minutos de película, osease, de volada. Osease, no sabemos a quién seguimos ni cual es su objetivo, hasta dentro de mucho tiempo. No podemos empatizar con el protagonista, no conocemos las razones del villano, no conocemos nada, solo la premisa. Los personajes son grises y, hasta el final, siguen grises. La premisa es la que te lleva a verla al cine pero una vez que la estas viendo te das cuenta, que es lo único que trata, un gringo que le gusta cazar mexicanos en el Desierto, lo sé, suena tétrico, pero una vez que ves la película, no lo llega a ser tanto.
Es más, las escenas que se suponía que eran de más tensión, sacaron risas a los espectadores, prueba de que a nadie le importaba en realidad el destino de Moisés. ¡Hasta eso! No sabes que Gael García Bernal interpreta al personajes que se llama "Moisés" hasta que lo ves en los créditos, en ningún lado lo mencionan. De ahí en más, puras escenas de correr, correr, correr, cámara en mano, movimiento, movimiento (cierra los ojos no te vayas a marear) y, como decía, pedrada tras pedrada, Moisés es el mexicano con más mala suerte de México, justo cuando crees que ya la libro...el destino, o más bien el guionista, se encarga de hacerle la vida imposible a lo largo de la película.
En fin...
Amo el trabajo de los Cuarón pero al parecer, tanto al hermano como al hijo les falta camino para alcanzar la imaginación de Alfonso. Eso sí, Jonás tiene talento para sacar historias que te llaman la atención, eso que ni que.
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